Sigo sin entender por qué todavía no había dedicado un post en el blog a una de las pocas mujeres que me quita el sueño. Kate Moss y su metro 70 están que se salen.
La semana pasada, la firma de mass market, Topshop, anunció una nueva colaboración junto a Moss, en una colección diseñada por la londinense que se pondrá a la venta el próximo abril (prêt-à-porter, accesorios y zapatos). Pero ayer llegó la gota que colmó el vaso; Kate Moss asumía el puesto de contributing fashion editor en el Vogue británico.
A BIG DEAL, ALEXANDRA SHULMAN! La propia editora del British Vogue relataba ayer su nerviosismo por colaborar con la top de las tops: "No puedo esperar a trabajar en todas las ideas que esconde". "Su indudable estilo, sus profundos conocimientos de moda y su compresión de lo que hace a una foto ser maravillosa es lo que necesitamos".
Me parece interesante este "intrusismo", tan en auge en los últimos meses, de que modelos, diseñadores y editores, ocupen puestos, que a pesar de estar muy relacionados, son totalmente diferentes a lo que ellos estaban acostumbrados a realizar. Véase el caso Christopher Bailey y Burberry.
La nueva ocupación de Moss consistirá en reunirse periódicamente con los estilistas de la revista, para la elección de fotógrafos y modelos de los próximos editoriales de la edición inglesa.
20 años de profesión, 33 portadas en el Vogue británico y una abultada agenda de contactos dan para mucho. Realmente, Kate Moss puede dominar el mundo si se lo propone. Se acercan "vientos de cambio" para esta publicación. A mediados del 2014 lo comprobaremos.
¡Bienvenida Kate! A la espera de tus grandes ideas.
Besos enormes y feliz día,
Iñaki