-"Próxima estación: Campo de las Naciones".
Si, era aquí. La parada de los monstruos, más conocida como la línea 8 de Metro Madrid, que llegaba hasta IFEMA. Probablemente, la mayor "lección" de street style que he recibido hasta la fecha. La falda masculina va a ser un must la próxima temporada. Agüita con lo que se veía por esos andenes...
Un año más, para clausurar esta Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, se presentaban las propuestas del Samsung EGO, plataforma en la que los jóvenes diseñadores exponen sus colecciones. Y, por supuesto, un año más, la dosis de morro de la que tanto os hablo hizo que ocupase un asiento en plena pasarela durante esta 59º edición. El espectáculo estaba servido.
Las primeras propuestas que nos presentaron fueron las de HOWL by Maria Glück y Heridadegato.
La bilbaina, María Glück, afincada en Berlín, expuso una colección donde las formas mínimal y deconstruidas eran la base de todo el diseño. NOMADIC bebía de la naturaleza. Se recurre a colores neutros, negros, blancos y crudos, beige y grises. La utilización de materiales reciclados y orgánicos como la madera, e incluso las flores, imprimieron la esencia de esta colección.
Prendas que se deslizan y cambian de posición, delanteros que se juntan al trasero al margen del cuerpo. Sus diseños poseían la influencia de las esculturas constructivístas y de todo el soporte que estas tienen. Se observaba que el juego con el drapeado y la experimentación con el patrón eran los pilares de NOMADIC.
Y llegó el desfile de Heridadegato. María y Jacobo habían congregado a TODOS. A los zapatos de Prada de Roi, a Roi , al fabuloso Josie que un año más acampaba en el pabellón, a la genial estilista y consultora de moda, Natalia Ferviú, que cerraría la jornada EGO pinchando sobre un Mercedes, y, por supuesto, a las gemelas Cuesta, acompañadas de las pechugas de María Forqué. Sin olvidar a las piernas de Brianda Fitz-James.
Un año más, esta dupla creativa ha cumplido con las expectativas. Una colección mucho más madura, en la que se ha jugado con el arte del sastre clásico para deconstruírlo y alterarlo con geometrías. Se nos presentaba a unos "dandies vagabundos" que vestían con paños de lana, y rayas diplomáticas, que se mezclaban con el ADN deportivo de la firma. Solapas que caen, bajos que no se doblan y espaldas disparadas.
Prendas holgadas que no se adaptan al cuerpo, tratando de desenfocar el límite entre lo masculino y lo femenino. Gracias un año más, pareja.
Breve descanso y directos al Kissing Room. Esperado reencuentro con mis queridos G' Vine, Mahou y Bi Solán. Porque en este mundo de la moda, ¿a quién no le sienta bien un lingotazo a las 12 de la mañana? Epic postureo que los barman de Bi Solán trataron de aniquilar. Te apellides Cuesta, Forqué, lleves el pelo fucsia, tengas una mochilita de My Little Pony, o hayas protagonizado la campaña más mediática de Loewe, siempre habrá alguien para recordarte que hay unas normas que cumplir y que eres uno más.
"Esto de hacerse mayor...es un rollo" Bi Solán te cuida, y da una lección a tu ego mientras esperas al cocktail. Qué me gusta ver la cara de tonta que se le puede quedar a una persona...
Mencionar, también, que una reportera muy simpática me hizo una entrevista sobre street style. Si me veis por la red diciendo majaradas que alguien me avise o denuncie el vídeo.
El día continuaba y a las 13:15 comenzaba el desfile de Ernesto Naranjo , ganador del Mercedes-Benz Fashion Talent. Con la música de Gesaffelstein retumbando en la pasarela, el joven estudiante de la Central Saint Martins de Londres presentaba su colección Límite. "El límite divisorio entre la tranquilidad del cielo y el caos de la ciudad".
Colección en la que la fuerza y dureza de tejidos como el fieltro, el plástico, la lana y los neoprenos, conviven buscando la simetría y el contraste. Pureza y rectitud en las líneas de las prendas. Un caos residual que se inmortalizaba, también, con las bolsas de basura que las modelos portaban, así como con los cartones colocados en la pasarela. Apuesta arriesgada pero vencedora.
Después de "llenar" el estómago, y digo "llenar", porque cada vez me queda más claro que a estos eventos se viene a beber como en las bodas, María Clé-Leal y Vimpelova exponían sus propuestas para la temporada Otoño-Invierno 2014/15.
Las vascas, María Clé-Leal y Patricia Blázquez, nos llevan hasta los secretos que Euskadi esconde; desde los bosques más mágicos, hasta el infinito del mar Cantábrico, "Siete" es una colección reflexiva, algo que quisieron transmitir con el relajante concierto de txalaparta que amenizó su presentación. Porque la txalaparta también puede ser glamourosa en una pasarela. Djs/Bloggers, apuntadlo. "Miranda Makaroff dj-set with txalaparta" y así...Me embalo.
El juego con los contrastes fue la nota predominante de la exposición. Nacen del fruto de la mezcla de materiales naturales como la seda, el cuero y la lana, con otros como el chintz (tela de algodón abrillantada).
Impecables. La sencillez de las líneas puras se combina con propuestas más orgánicas y complejas en las que conviven los guateados y las costuras a la vista.
Y por último, Veronika Vimpelova, la checo-gallega que me dejó alucinando. "Forgotten stories from a small town in the middle of nowhere". Colección que recoge la riqueza textil de la República Checa, en la que los abrigos de paño, los vestidos de lana y las camisas de algodón, estampadas estaban enriquecidas con abalorios de cristal, en forma de escudos, provenientes de Bohemia. Destacados los detalles técnicos en acabados y patronaje. Así como la contraposición de seda y paños y de los colores apagados con el brillo del cristal.
A esto se le puede llamar alta costura. Una delicia de desfile.
El día Samsung EGO demuestra que la moda española tiene un gran futuro por delante. Para los escépticos del sector, todavía quedan muchos jóvenes que están eligiendo el camino correcto. El talento tiene salidas, y esta plataforma es la mejor puerta para darlo a conocer.
Gracias a toda la organización de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid por querer contar conmigo una edición más y ponerme las cosas tan fáciles. Y, por supuesto, agradecer a mi incansable compañera de fátigas, Ana , su compañía durante estos días (si esperáis imágenes de Pensión Lolita vais listos).
La aventura concluye.
Besos enormes,
Iñaki