jueves, 19 de enero de 2017

B****, I´m back !


Qué no hacer con un blog, por Iñaki Chasco. 

Puede que no sea el mayor ejemplo de la constancia, pero desde el último post muchas cosas han cambiado y hace ya algún tiempo que sentía la necesidad de volver.

Sin haceros ilusiones, que ya sabéis que abandono rápido ;) Bienvenidos otra vez! 

Ya en París, inmersos en la Semana de la Moda masculina, hoy era el turno de la casa Louis Vuitton, que una vez más, si los mediáticos Balenciaga-Gucci me lo permiten, acaba de marcar los dictámenes de lo que por moda para el próximo invierno se entiende. 


En el Domaine del Palais Royal, las creaciones de Kim Jones y la firma neoyorquina skater Supreme han firmado el matrimonio con más sentido de la reciente historia de la moda, y por supuesto, todo tiene que ver con los deseos. Vuitton con su mítico monograma y la flor de cuatro pétalos, y Supreme por su archiconocido logo. Fenómenos de compras que se unen en uno solo.  Caso a comentar el lanzamiento del ladrillo, si, un ladrillo con el logo de Supreme que se agotó en menos de una hora. 


























Las prendas demostraron una sensación de facilidad no estructurada, como si de un artista del Lower East Side, con un filtro de color cachemira, se tratase.

Jones adaptó la idea de los monos de trabajo tipo Basquiat pintados, a través de un filtro de lujo, puntuando telas de cachemira con manchas de contraste de hilo de color (y texturizado) para evocar la idea de esas prendas fuera del estudio. El oversized se superpuso en un juego de capas blandas como la seda del pijama, ajustándolo a un temperamento artístico libre. 


























Los suéteres vinieron drapeados, así como la ligereza de los pantalones que daba paso a los abrigos inclinados hacia los hombros, fluyendo para dar paso a dar al nuevo hombre Vuitton.  



























Las camisas y suéteres de cachemira estaban anudadas alrededor de la cintura y dejadas a la izquierda. La idea de una mezcla caótica de vestir - Supreme con Vuitton, materiales blandos y resistentes - apareció en la forma en que Jones contrastaba las texturas; de las chaquetas de cocodrilo brillantes tan rígidas y sólidas que casi podías oírlas chirriar, a camisas de seda líquidas impresas con imágenes de equipaje y pañuelos Vuitton; llevando sus best-sellers en su manga, por así decirlo.







Éste no era el teatro con el que Jones había jugado en pasadas colecciones, donde el anarquismo punk o la imaginación caprichosa coronaban sus piezas. El poder de la simpleza y de la low-life que Supreme representa queda reflejado a través de las  capas blandas, los abrigos en cuero crudo y las camisas en seda sueltas que cualquier hombre sin una agenda fashionista apretada podría llevar a diario. 




La importancia de las colaboraciones parece ser la nueva Biblia en el sector. Hoy, Vuitton y Supreme, han dado un paso más. El lujo por excelencia vuelve a salir a la calle de la mano de una de las marcas de skate más reconocidas. Qué me gusta a mi una estrategia de acercamiento a los nuevos compradores potenciales de la marca. 

Os dejo el link con las imágenes de la colaboración Vuitton x Supreme 




Y bienvenidos nuevamente :)

Iñaki





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