jueves, 25 de septiembre de 2014

Je suis...Balenciaga?



¿Qué sería de París Fashion Week sin Balenciaga? .... ¿Y de Balenciaga sin Kanye West y Kim Kardashian? Ay si Cristóbal levantara la cabeza!




Ayer, Alexander Wang, presentó la colección P/V 2015 de la firma, en un escenario de 10 en el Palais de Tokio con el humo y la luz como protagonistas. Pero, la colección, a mi parecer, no estuvo a la altura de las expectativas. Y mira que estoy obsesionado con Balenciaga...


Wang, por suerte, o por desgracia, ha comenzado con la irreverencia, no sólo en los códigos que Cristóbal Balenciaga patentaba en los años 50, si no también, en los que Ghesquiére dejó en la Maison.  La noche pasada, el diseñador rompió con lo "establecido".


Con la retumbante música de Tom Flynn, llegaron las sorpresas. La modelos, con pisadas furiosas, mostraron en primer lugar abrigos plumero que barrían la pasarela para dejar ver debajo la pureza de una simple camiseta y unos shorts recortados. El genio Wang, una vez más, mostrando lo que empezó a confeccionar durante sus primeros pasos en Nueva York, deporte y calle unidos en uno.

Pero, según él, nada más lejos de la realidad.



























El diseñador, que ha pasado el verano en París, coincidiendo con el Tour de Francia, ha querido inspirarse en las mallas/bodies de los ciclistas, su segunda piel. Los llamativos zapatos, para que los pedales se sujeten, imprimían ,aún más, la velocidad que la colección requería. Gafas de sol con montura técnica y un largo etc de pequeños detalles que podemos ver en las vestimentas de los corredores. 






























Siluetas puras y atléticas, pantalones-leggins ajustados en la cintura, camisas ceñidas, y vestidos cortados como un guante.  

El minucioso bordado tonal , a mano, elevó la colección a lo que podemos denominar haute couture. Wang no solo se basó en la simpleza y la deportividad de las líneas, si no en el arduo trabajo que el bordado requiere en una casa de alta costura como Balenciaga. Algo que ha tenido que aprender en los dos años que lleva en París. 










A pesar de todo, Wang no olvida los archivos de la Maison, e incluye una serie de siluetas, en perfectos,chaquetas y vestidos, originales del gran Cristóbal Balenciaga, aportando su toque sporty. Una tonalidad inspirada, según el propio director creativo, en el suelo de baldosas de diamante que Balenciaga tenía en su taller. Bravo. 

































Alex, me produces sentimientos encontrados. Aún así, sigues siendo un genio de la moda, y buen merecedor del importante puesto que ocupas. A partir de ahora, se abre un nuevo camino para la Casa Balenciaga. Parece ser que su director creativo por fín ha abierto la veda a su genuina libertad, para bien, o para mal.


Bendito Alexander Wang, y larga vida a Balenciaga.


Besos enormes,

Iñaki









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